El mundo cambia rápidamente, y algunas habilidades que eran fundamentales hace cinco años pueden haber perdido relevancia debido a avances tecnológicos, cambios en el mercado laboral o nuevas prioridades sociales. Algunos ejemplos incluyen:
- Mecanografía tradicional o velocidad en el teclado físico.
- Conocimientos básicos de software de oficina.
- Conducir un vehículo manual.
- Uso de efectivo
- Llevar la contabilidad de manera manual.
- Codificación básica o mantenimiento de sitios web simples.
- Memorizar información.
Esto no significa que estas habilidades sean completamente obsoletas, pero han perdido peso frente a otras habilidades emergentes, como el pensamiento crítico, la alfabetización digital avanzada o la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas tecnologías.