Una habilidad que era fundamental hace cinco años y que ha perdido relevancia en la actualidad es la capacidad de manejar ciertos tipos de software específico que han sido reemplazados por herramientas más avanzadas y accesibles. Un ejemplo claro de esto es el uso intensivo de programas como Microsoft Excel para análisis de datos complejos. Aunque Excel sigue siendo una herramienta valiosa, en los últimos años ha habido una transición significativa hacia el uso de lenguajes de programación como Python y R para análisis de datos debido a su mayor flexibilidad y capacidades avanzadas.