Hace 5 años, la habilidad de centrarse exclusivamente en la configuración de firewalls y sistemas de detección de intrusiones (IDS/IPS) podía considerarse fundamental para un profesional de la ciberseguridad. Sin embargo, en la actualidad, aunque sigue siendo importante, se ha vuelto menos crucial debido a la evolución de las amenazas cibernéticas y la necesidad de adoptar un enfoque más holístico de la seguridad. Ahora se valora más la capacidad de implementar estrategias de seguridad proactivas, gestionar riesgos, y tener habilidades en análisis forense digital, respuesta a incidentes, y seguridad en la nube, entre otras competencias.