Hace cinco años para poder acceder a un buen curso de idiomas había que inscribirse en alguno que obligatoriamente fuera presencial, al menos en la región de donde vengo, si bien había opciones virtuales eran un poco menos asequibles por aquel tiempo debido a que el interner era menos masivo en esa época, de hecho, constrantándolo con lo que sucede hoy en día: la mayoría de cursos de inglés ya se imparten de manera remota, no es necesario desplazarse a un determinado lugar para tener una buena formación en una segunda lengua.