Una persona exitosa es, a mi parecer, aquella que entiende la complejidad de la realidad pero no se inmoviliza ante ella, no ignora ni desprecia, porque entiende lo arduo que es el camino y como a veces esa senda está más allanada para algunos por el lugar de nacimiento, crianza, contexto e incluso los genes. No me lo imagino con muchas posesiones, ya que la plenitud, en lo que a mi concierne, consiste en tener menos, pero disfrutar más de ello. Es profesionalmente aplicado pero no deja de cultivar su vida personal para volverse mejor ciudadano, padre, hermano, hijo y, en definitiva, una mejor persona para el mundo, mejorándolo para los próximos que vendrán.