Un día escuché: "Cuerpo sano,mente sana". No pensé que esta frase fuera tan poderosa. Hace casi 8 años o un poco más, vivía bastante centrada 24/7; con tan pocos años (tenía más o menos 10 años) dormía muy poco, no me cuidaba físicamente en absoluto, ya que fijé toda mi atención única y exclusivamente a mis estudios académicos. Lo quieras o no, en la adolescencia le vas prestando más atención a tu aspecto. Entonces, comencé a notar que había aspectos de mi físico que me disgustaban; sin embargo, seguía pensando en : "El físico no me hará cumplir mis sueños, el estudio sí" o "No tengo tiempo". Estuve equivocada. Al empezar a relacionarme con más chicas, comencé a darme cuenta de que algunas de ellas hacían demasiadas cosas en el día, entre ellas, su cuidado personal sin falta, como ejercitarse y hacer su rutina de limpieza cada noche; entonces me comencé a replantear mis pensamientos. Hasta que decidí comenzar a entrenar, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida; el ejercicio me enseñó valores como el de la disciplina y sin duda a tener paciencia, entre otras muchas cosas. Pero, lo más importante, me hizo tener mucha más confianza en mí; con ello he logrado varias cosas en mi vida, incluso he logrado mejorar académicamente gracias a que entreno, aunque a simple vista no tenga relación; de hecho, está bastante relacionado. Así que ahora en verdad estoy segura de que tengo un cuerpo sano y una mente sana, aclarando que no en todo momento es así, pero estoy segura de que cuando no es así, me esfuerzo para volver a estar equilibradamente.