Emprender es un proceso que implica asumir riesgos y recompensas, sin duda alguna, se requiere más que una idea: se necesitan compromiso, ambición, perseverancia, enfoque, iniciativa y capacidad para adaptarse y aprender de los errores. Un buen emprendedor identifica problemas reales, evalúa el tamaño del mercado y asegura la rentabilidad. También es vital calcular recursos, como dinero, tecnología y personal.