Enfocarme en mí mismo tiene muchos beneficios. Te conoces mucho mejor de lo que creerías que te conocieras. De igual forma, construyes hábitos mucho más sanos de los que creerías poder tener. Además, al enfocarte en ti mismo, puedes descubrir tus fortalezas y debilidades y trabajar en ellas para mejorar. También puedes encontrar tu propósito y objetivos en la vida y trabajar en alcanzarlos.