- Enseñar a otros: Explicar un concepto a otra persona nos obliga a organizarlo, analizarlo y conectarlo con otros conocimientos, profundizando así en nuestra comprensión.
- Practicar activamente: Poner en práctica lo aprendido nos ayuda a identificar dudas, cometer errores y aprender de ellos, fortaleciendo nuestro dominio del tema.
- Lectura y escucha: La lectura y la escucha son herramientas útiles para iniciar el proceso de aprendizaje, pero por sí solas no son suficientes para una comprensión profunda y duradera.