Cuando estuve a cargo de una sucursal nueva como Director me encontraba a cargo de las ventas. Mis habilidades para vender estaban en pleno desarrollo por lo tanto no era muy bueno vendiendo. Lo que me dejó atrapado en la zona de estrés fue el pensar que el servicio que ofrecía era demasiado caro para la gente que vivía en la zona ya que rara vez cerraba una venta.
En retrospectiva:
Practicar mis "cierres" anticipando posibles evasiones de prospectos. Cambiar mi mentalidad con respecto al valor del servicio ofrecido sin prejuicios. Controlar mi lenguaje corporal.