He tenido la ocasión de examinar a fondo la idea de propósito y cómo influye en nuestra trayectoria profesional. Comprendí que el triunfo no es un punto final, sino el resultado de lo que hacemos cada día, siempre y cuando esté en sintonía con lo que valoramos y anhelamos.
Descubrir qué nos impulsa y establecer un propósito bien definido nos facilita la toma de decisiones más acertadas en nuestra vida laboral. La alegría no se encuentra únicamente al alcanzar un objetivo, sino en el proceso de trabajar para lograrlo. Nuestro propósito puede transformarse a lo largo del tiempo, por lo que es importante estar dispuestos a reconsiderarlo.
