La procrastinación es un reflejo de otro tipo de situaciones que no tenemos resueltas. Parecería que uno procrastina sólo por flojera, por apatía, o por un cansancio que nunca termina.
La realidad es que estos sólo son síntomas de otros problemas que debemos definir y atender para lograr avanzar. Conocerse a uno mismo es vital para poder mejorar.