El proceso comienza haciendo una lista de tareas. Se elige la tarea más compleja para empezar y durante cada Pomodoro de 25 minutos, se trabaja sin interrupciones. Al finalizar, se tacha la tarea de la lista. Después de completar cuatro Pomodoros, se toma un descanso más largo de 30 minutos.
Esta técnica no solo mejora la productividad, sino que también ayuda a estimar mejor el tiempo necesario para cada tarea y a reducir la ansiedad relacionada con la gestión del tiempo.