Una forma efectiva de hacer que otras cosas sean más fáciles o menos necesarias es asegurarse de cuidar la salud física y mental. Si se cuenta con una buena salud en estos aspectos, resulta más manejable enfrentar las demandas del día a día y superar cualquier desafío que se presente. Además, una salud física y mental óptima puede tener un impacto positivo en la vida emocional, espiritual y financiera. Al reducir los costos médicos y mejorar la productividad, puede contribuir a una mejor situación financiera. Por lo tanto, para mejorar en otras áreas de la vida, es fundamental dar prioridad a la salud física y mental, y tomar medidas regulares para mantenerla.