La práctica distribuida y el cramming son dos enfoques diferentes para aprender y recordar información.
La práctica distribuida implica distribuir el estudio de un tema en varias sesiones de estudio a lo largo del tiempo. Por ejemplo, si se quiere aprender un nuevo idioma, es mejor estudiar un poco cada día en lugar de estudiar muchas horas en un solo día. La práctica distribuida ha demostrado ser más efectiva para el aprendizaje y la retención a largo plazo.
Por otro lado, el cramming es un enfoque de estudio en el que se intenta aprender una gran cantidad de información en un corto período de tiempo. Por ejemplo, si hay un examen importante mañana, una persona podría intentar estudiar todo el material en una sola sesión de estudio intensivo. Aunque el cramming puede ayudar a recordar información en el corto plazo, generalmente no es efectivo a largo plazo y puede provocar estrés y ansiedad.