¡Hola Jonathan!
Planificar el día en lugar de la semana puede ser una estrategia muy efectiva para organizar tu tiempo de estudio. Dividir el día en bloques de 90 minutos para cada tema y alternarlos para evitar la fatiga mental es una excelente manera de mantener la concentración y maximizar tu productividad.
En cuanto a los descansos, es genial que hayas incluido pausas de 15 minutos cada 90 minutos. Estos descansos cortos te permitirán recargar energías y mantener la motivación. También es importante que incluyas pausas más largas para almorzar o realizar actividades recreativas, como leer un libro.
En cuanto a la división por día y lugar, te sugiero que identifiques tus momentos más productivos y los aproveches al máximo. Por ejemplo, si eres más productivo por la mañana, puedes dedicar las primeras horas del día a los temas más difíciles o que requieren mayor concentración. Si tienes acceso a diferentes espacios de estudio, puedes asignar cada tema a un lugar específico para ayudarte a enfocarte y crear un ambiente propicio para el aprendizaje.
En cuanto a los formatos y estilos para incluir en tu agenda, te recomendaría que utilices aquellos que se adapten mejor a tu perfil personal. Por ejemplo, si eres una persona visual, puedes utilizar colores o diagramas para resaltar las diferentes actividades. Si prefieres la simplicidad, puedes optar por una agenda más minimalista y centrarte en la información clave.
Recuerda que la planificación es una herramienta flexible y personalizada, por lo que es importante que la adaptes a tus necesidades y preferencias. Experimenta con diferentes enfoques y ajusta tu planificación según lo que funcione mejor para ti.
Saludos,
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