Procrastino cuando tengo tareas grandes y abrumadoras. En lugar de empezar, me distraigo con actividades menos importantes.
1 Descomponer las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables. 2 Crear una lista diaria de tareas y empezar con las más importantes.
El perfeccionismo aparece cuando intento que cada tarea sea impecable, lo que lleva a demoras y exceso de tiempo en detalles menores.
1 Fijar plazos realistas para cada tarea y cumplirlos, incluso si el trabajo no es perfecto. 2 Evaluarme regularmente para identificar cuándo el perfeccionismo está afectando mi productividad.