El uso constante del móvil interrumpe la concentración y reduce la eficiencia, especialmente cuando se utilizan aplicaciones de redes sociales o mensajes personales durante horas laborales. Un plan de acción para evitar esto es colocar horarios y horas especificas para su uso y consulta. En ocasiones es difícil pues por allí se dan indicaciones laborales. Por otro lado, las distracciones causadas por compañeros pueden surgir durante reuniones o en espacios compartidos, donde las conversaciones personales o las interrupciones frecuentes pueden desviar la atención de las responsabilidades laborales. Hay que poner límites claros en la ejecución de las actividades y hacerlo saber a los interlocutores sin la necesidad de ser grosero. Se puede pedir amablemente que luego se den las conversaciones.