Establecer horarios específicos: Asigna momentos específicos del día para estudiar y asegúrate de que durante ese tiempo tu celular esté en silencio y fuera de tu alcance. Puedes utilizar aplicaciones o funciones de tu teléfono para bloquear el acceso a las redes sociales durante este período.
Crear un espacio de estudio libre de distracciones: Dedica un lugar en tu casa o en la biblioteca donde puedas estudiar sin la tentación de revisar tu celular. Mantén este espacio ordenado y libre de dispositivos electrónicos que puedan distraerte.
Utilizar técnicas de pomodoro: Prueba la técnica de pomodoro, que consiste en trabajar en bloques de tiempo cortos (por ejemplo, 25 minutos) seguidos de descansos breves (por ejemplo, 5 minutos). Durante los períodos de trabajo, mantén tu celular en modo avión o fuera de tu alcance, y utilízalo solo durante los descansos.
Establecer metas claras y recompensarte: Define metas específicas para cada sesión de estudio y motívate con pequeñas recompensas al alcanzarlas. Por ejemplo, podrías permitirte revisar tu celular durante cinco minutos después de completar una tarea importante.
Practicar la autorregulación: Aprende a reconocer tus propios hábitos de distracción y desarrolla estrategias para superarlos. Por ejemplo, si sientes la tentación de revisar tu celular, detente un momento y recuerda por qué es importante mantener el enfoque en tus estudios.
Buscar apoyo y rendición de cuentas: Comparte tus objetivos de estudio con amigos, familiares o compañeros de clase y pídeles que te ayuden a mantenerte responsable. Pueden animarte a mantenerte enfocado y a evitar las distracciones del celular y las redes sociales.