La falta de motivación suele ocurrir cuando me enfrento a tareas repetitivas o poco interesantes. Me cuesta encontrar el propósito o la relevancia de estas tareas, lo que me lleva a posponerlas o a realizarlas de manera ineficiente. Por otro lado, la procrastinación suele ocurrir cuando tengo mucho trabajo por hacer y me siento abrumado por la cantidad de tareas pendientes.
Para superar la falta de motivación, he desarrollado un plan de acción que incluye establecer objetivos claros y significativos, encontrar la relevancia de las tareas en mi vida y establecer recompensas para cada tarea que complete. También trato de romper las tareas en partes más pequeñas y manejables para evitar sentirme abrumado.
Para superar la procrastinación, mi plan de acción incluye establecer un horario diario y semanal para mis tareas, priorizar las tareas más importantes y urgentes, y establecer plazos específicos para cada tarea. También me ayuda a eliminar las distracciones en mi entorno y a trabajar en un espacio físico adecuado para el estudio o el trabajo.