Este modelo, propuesto por William Glasser, sugiere que la efectividad del aprendizaje varía según cómo adquirimos el conocimiento. He comprobado que solo retenemos el 10% de lo que leemos, pero recordamos un 20% de lo que oímos y un 30% de lo que vemos. La combinación de ver y escuchar aumenta nuestra retención al 50%. Las discusiones grupales son aún más efectivas, con un 70% de retención, ya que fomentan el pensamiento crítico. Finalmente, aprendemos y retenemos un 80% de lo que hacemos, lo que resalta la importancia de la práctica activa en el proceso de aprendizaje.