En resumen, los patrones de diseño son como recetas para resolver problemas comunes en el desarrollo de software. Son soluciones reutilizables que te ayudan a escribir código más limpio, flexible y fácil de mantener.
Se dividen en tres categorías:
Patrones de creación: Se ocupan de cómo crear objetos de forma eficiente y flexible. Patrones de estructura: Te ayudan a organizar tus objetos en estructuras más grandes y fáciles de manejar. Patrones de comportamiento: Definen cómo los objetos se comunican entre sí para lograr un comportamiento específico.