Ya estoy inscrito ¿Todavía no tienes acceso? Nuestros Planes
Ya estoy inscrito ¿Todavía no tienes acceso? Nuestros Planes
1
respuesta

Para saber más: la Pirámide de Glasser

Leyendo sobre la teoría del aprendizaje de William Glasser, me llamó mucho la atención cómo varía el impacto de cada forma de aprender según el nivel de participación activa que tengamos. A veces pensamos que leer o escuchar es suficiente, pero según esta teoría, solo retenemos un 10% de lo que leemos y un 20% de lo que escuchamos.

Lo que realmente marca la diferencia en el aprendizaje —especialmente en los niños, pero también en nosotros como adultos— es hacer, discutir y enseñar. Cuando aplicamos lo que aprendemos, cometemos errores, probamos soluciones, o incluso cuando intentamos explicarle a alguien más, es cuando realmente se queda con nosotros.

Me hizo pensar en mi propia forma de aprender. Muchas veces me quedo en la etapa pasiva (leer o ver un video), pero cuando realmente aprendo algo es cuando practico, cuando lo explico en un proyecto, o incluso cuando trato de enseñárselo a un compañero.

Además, me pareció muy valioso cómo se destaca la importancia de preguntar “¿por qué?” y “¿para qué?”. Esa curiosidad natural es lo que motiva a aprender con sentido, no solo por cumplir una tarea.

Esta reflexión me anima a buscar formas más activas de aprender: discutir ideas en comunidad, practicar más y no tener miedo de explicar algo aunque no lo domine al 100%. Porque enseñar también es una forma de aprender.

1 respuesta

Interesante comentario, compañero. Esto ayuda a complementar lo que muchos pedagogos han señalado en cuanto a la forma correcta de enfocar el aprendizaje (sobre todo en niños). Igual recuerdo una paráfrasis que dice: Realmente no comprendes un tema si no eres capaz de explicarlo a tu abuela y que esta te entienda. Explicando, aprendemos.