Los niños aprenden principalmente al hacer y al compartir lo aprendido con otros. Fomentar la autonomía, permitir que cometan errores, y alentarlos a enseñar a sus compañeros, fortalece su comprensión y desarrollo. Como padres y educadores, debemos ofrecer oportunidades para que exploren, se expresen y lideren su propio aprendizaje, transformándose no solo en estudiantes, sino en mentores de su propio camino de crecimiento.