La Pirámide de Glasser destaca la importancia de un aprendizaje activo y participativo. En mi opinión, si se han de maximizar el aprendizaje de los niños es crucial incorporar variedad de métodos pero enfocarse especialmente en aquellos referidos a la participación activa y la enseñanza a otros. Integrar técnicas como proyectos prácticos, discusiones en grupo y oportunidades para que los niños enseñen lo que han aprendido puede transformar el proceso educativo, haciendo que el aprendizaje sea más efectivo y significativo. Además, fomentar un entorno donde los niños puedan explorar y experimentar les ayudará a desarrollar habilidades críticas y creativas que son fundamentales para su desarrollo integral.