Me ha resultado bastante interesante el conocer la teoría del aprendizaje de los niños, propuesta por William Glasser. El ejemplo que les damos es mucho más eficaz para enseñarles algo que el decirles o pedirles hacerlo. Si quiero que mi hijo adquiera el hábito de la lectura, no debo forzarlo a leer; yo debo leer habitualmente para que él, por imitación, también desarrolle el hábito.
Asimismo es importante que, como adultos entendamos el poder de las palabras y cómo las utilizamos. La palabra "aprender" viene de "sorprender"; por eso es de lo más normal encontrarnos con el asombro en los niños cada vez que aprenden o descubren algo nuevo.