El modelo de evaluación de Kirkpatrick es una herramienta importante para evaluar la efectividad de la formación y el desarrollo en diferentes niveles. Aquí te explico cómo funciona y qué aspectos considera:
Reacción (Nivel 1): En este nivel se evalúa la reacción de los participantes hacia el programa de formación. Se recogen opiniones y percepciones a través de encuestas, cuestionarios o retroalimentaciones informales. Esto ayuda a determinar la satisfacción y el interés de los participantes.
Aprendizaje (Nivel 2): Se centra en medir el aprendizaje y la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes por parte de los participantes. Se utilizan pruebas, evaluaciones o demostraciones para verificar qué tan bien los participantes han asimilado el contenido y pueden aplicarlo en situaciones reales.
Comportamiento (Nivel 3): En este nivel se evalúa si los participantes aplican lo que han aprendido en su trabajo o en su entorno habitual. Se observa si ha habido cambios en el comportamiento y la práctica en el día a día, identificando si la formación ha impactado directamente en la mejora del desempeño.
Resultados (Nivel 4): Es el nivel más alto y se centra en medir el impacto global de la formación en los resultados organizacionales. Se evalúa si los cambios de comportamiento han contribuido a mejoras en los objetivos organizacionales, como incremento en la productividad, reducción de costos, mejora en la calidad del servicio, entre otros.
El modelo de Kirkpatrick proporciona una estructura integral para evaluar el valor y la efectividad de la formación, desde la reacción inicial de los participantes hasta el impacto final en los resultados organizacionales. Es una herramienta poderosa para asegurar que las inversiones en desarrollo de talento tengan un retorno positivo y tangible para la organización.