Especifica el objetivo: Asegúrate de que sea claro y concreto. Pregúntate qué deseas lograr, por qué es importante y qué recursos necesitas.
Hazlo medible: Define cómo sabrás que has alcanzado el objetivo. Establece indicadores o métricas que puedas monitorear.
Verifica que sea alcanzable: El objetivo debe ser realista según tus habilidades, recursos y tiempo disponible. Si es necesario, ajusta el objetivo para que sea posible.
Asegúrate de que sea relevante: El objetivo debe estar alineado con tus valores, metas a largo plazo y prioridades actuales.
Establece un plazo: Define cuándo esperas lograrlo. Un límite temporal te ayudará a mantener el enfoque y la motivación.