HTML, CSS y JavaScript son tecnologías fundamentales para crear páginas web, pero cada una cumple una función diferente. HTML se encarga de la estructura del contenido, como los títulos, párrafos, imágenes o enlaces; es como el esqueleto de una página. CSS le da estilo a esa estructura, definiendo colores, tamaños, fuentes y distribución visual; vendría siendo como la ropa o apariencia del sitio. Por último, JavaScript permite que la página sea interactiva, haciendo posible cosas como menús desplegables, formularios dinámicos o actualizaciones sin recargar la página; es como darle vida y comportamiento al sitio web.