Crear y mantener hábitos es un proceso que implica la repetición de comportamientos específicos a lo largo del tiempo para que se conviertan en parte de nuestra rutina diaria. La creación de hábitos implica establecer una nueva forma de hacer las cosas y desarrollarla en una parte integral de nuestro estilo de vida. A su vez, mantener hábitos implica seguir practicando esas acciones a lo largo del tiempo para asegurarnos de que se conviertan en una parte regular de nuestra rutina. debemos establecer objetivos claros y realistas. Por ejemplo, si nuestro objetivo es hacer ejercicio diariamente, podríamos empezar con caminar durante 30 minutos cada día. Después, debemos programar un horario y un lugar específicos para hacer ejercicio todos los días, y adherirnos a él lo mejor que podamos. También es importante celebrar cada logro, incluso si son pequeños, para mantenernos motivados.
Para mantener hábitos, es necesario estar dispuestos a aceptar algunos retrocesos, como los días en los que no podamos cumplir con nuestra rutina debido a circunstancias externas. La clave es no rendirse y volver a intentarlo al día siguiente. También es importante ser conscientes de las recompensas que provienen de mantener hábitos saludables. La sensación de logro, la energía adicional, la mejoría de la salud y la disminución del estrés son todas las razones por las que la formación de hábitos es importante y motivante.
En resumen, la creación y el mantenimiento de hábitos implican establecer objetivos claros, adherirse a una rutina y ser pacientes y consistentes en nuestra práctica diaria. Al hacerlo, podemos lograr metas a largo plazo y mejorar nuestra calidad de vida.