si, un hábito que practiqué y me trajo muchos beneficios fue hacer ejercicio por la mañana. Aunque en un inicio lo hacía solo para mantenerme activa, comencé a notar otros efectos positivos:
Me sentía con más energía y mejor ánimo durante el día.
Era más productiva y concentrada en mis tareas.
Dormía mejor por las noches.
Me motivaba a alimentarme mejor para mantener ese ritmo.
Sentía una mayor autoestima y disciplina porque cumplía con mi rutina.