Cuando empecé a hacer ejercicio con regularidad, no solo mejoré físicamente, también dormía mejor, comía más saludable y me sentía con más energía y buen ánimo. Fue un hábito que trajo beneficios en varias áreas de mi vida.
Cuando empecé a hacer ejercicio con regularidad, no solo mejoré físicamente, también dormía mejor, comía más saludable y me sentía con más energía y buen ánimo. Fue un hábito que trajo beneficios en varias áreas de mi vida.