Durante los primeros meses del presente año, saltaba la cuerda por 20 minutos aprox diariamente, sin exigir mucho mi condición física. En consecuencia, me sentía con mayor energía, autoestima y humor.
Cuando comenzaron las clases universitarias en marzo, no pude continuar con el hábito. A pesar de mis esfuerzos, mi planificación no fue fructífera.