definitivamente. Los hábitos clave suelen tener efectos en cadena, mejorando varias áreas de nuestra vida. Por ejemplo, mantener una rutina de ejercicio regular no solo ayuda a mantener la forma física, sino que también puede mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño. De manera similar, establecer un horario de sueño consistente contribuye a una mayor energía y concentración durante el día.