Un hábito clave que me ha ayudado mucho es hacer ejercicio por la mañana o antes de dormir. Además, he evitado la cafeína y la he sustituido por agua, lo que me ha ayudado mucho con mi nivel de concentración y tranquilidad. También utilizo recompensas al final del día: si he tenido un día muy productivo, por las noches puedo tomarme un tiempo para jugar, ver películas y hacer otras cosas que me estimulan a seguir esforzándome. De esta manera, veo que haciendo las cosas bien, puedo disfrutar de mi tiempo libre mientras me siento satisfecho con mi desempeño.