Al comenzar el día, dedico 10 minutos a la meditación. Al crear este hábito, me he dado cuenta de que mi nivel de estrés ha disminuido y mi mente está más clara. Además, me ayuda a mantenerme enfocado en mis objetivos diarios y a tener una perspectiva más positiva. También he notado que al estar menos estresado, no tengo la necesidad de tomar café en exceso durante el día, lo que me ayuda a mejorar la calidad de mi sueño por las noches. En general, meditar por 10 minutos cada mañana me ha ayudado a mejorar mi salud mental y física.