Los pensamientos negativos y la preocupación constante pueden afectar el sueño y empeorar el estrés. Trabajar en tener una mentalidad más positiva puede ayudar.
Tener un exceso de confianza y pensar que se puede hacer todo sin problemas puede llevar a frustraciones cuando no se logran los objetivos. Es mejor ser realista sobre las propias capacidades.
Para desarrollar la fuerza de voluntad, es importante ser consciente de las propias limitaciones y no tener expectativas irreales. Probar diferentes enfoques y actividades puede ayudar a encontrar estrategias efectivas.