El modo enfocado, ideal para concentrarse en tareas específicas y resolver problemas con lógica y precisión.
Y el modo difuso, que aparece cuando estamos relajados y permite que las ideas fluyan con más creatividad, conectando conceptos de forma más libre.
Descubrimos que ambos modos son esenciales para aprender bien: el primero nos ayuda a profundizar, y el segundo a ver el panorama completo y generar ideas nuevas. también vimos que actividades como leer distintos tipos de contenido, alternar tareas, descansar bien y dormir suficiente ayudan a activar el modo difuso y enriquecen nuestro proceso de aprendizaje.