El modo enfocado y el modo difuso son dos formas de pensar que desempeñan roles complementarios en el proceso de aprendizaje y resolución de problemas.
Modo enfocado: Es cuando nuestra atención está completamente dirigida a una tarea específica. Este modo es ideal para aprender detalles concretos, resolver problemas complejos y realizar actividades que requieren concentración intensa.
Modo difuso: Es cuando nuestra mente se relaja y se dispersa, permitiendo que los pensamientos fluyan libremente. Este modo es crucial para hacer conexiones creativas y encontrar soluciones innovadoras.