Con el tiempo, he probado muchas recompensas para el final del día, como salir a algún lugar, comer algo delicioso, ver una película o jugar videojuegos. En mi caso, la recompensa que más ha funcionado ha sido jugar videojuegos por la noche, ya sea solo o con amigos. Jugar me relaja y me da una sensación de haber tenido un día productivo. Además, sé que puedo disfrutar del juego porque he organizado mi tiempo de trabajo correctamente y todo está bajo control. Creo que es importante recordar que la vida no se trata solo de trabajar, sino que también es importante cuidar nuestra salud mental y felicidad personal. Cuando juego con amigos, socializo, me divierto y río, y cuando juego solo, disfruto del juego y me relajo para liberar la tensión del día. También me gusta pasar tiempo con mi familia, ya sea jugando, viendo algo juntos o simplemente charlando. Esta también ha sido una buena recompensa para mí, ya que después de un día productivo y bien organizado, siempre tengo tiempo libre para disfrutar con ellos, sin descuidar mis obligaciones.