La teoría del flujo, desarrollada por Mihaly Csikszentmihalyi, me ha permitido comprender cómo enfrentar los desafíos necesarios para desarrollar las habilidades que requiero en mi campo profesional. Este estado emocional implica pasar por los ocho estados propuestos por el autor: apatía, aburrimiento, relajación, preocupación, control, ansiedad, excitación y, finalmente, flujo.
Soy consciente de que alcanzar este estado requiere dejar de lado las distracciones y salir de mi zona de confort. Esto me permitirá adquirir las competencias necesarias tanto para mi vida personal como profesional. Mi enfoque está en mantener la concentración, recordar mis objetivos y perseverar a pesar de las dificultades o frustraciones que puedan surgir en el camino.
Tener claridad sobre mis metas me ayuda no solo a sobresalir en un mercado laboral competitivo, sino también a mejorar mis relaciones personales y profesionales. La clave está en mantener el equilibrio entre los desafíos y mis habilidades actuales, asegurándome de disfrutar el proceso de aprendizaje mientras me acerco a mis objetivos.