Según la teoría de aprendizaje de Kolb, creo que mi estilo combina el Divergente y el Asimilador, reflejando mi forma de abordar el aprendizaje y conectar con mi propósito.
Por un lado, me identifico con el estilo Divergente porque disfruto observar fenómenos sociales y conectar con las personas, explorando múltiples perspectivas para entender el mundo que me rodea. Además, me apasiona reflexionar profundamente sobre problemas y buscar soluciones creativas, algo que se alinea con la capacidad de este estilo para generar ideas y ver conexiones.
Por otro lado, también tengo características del estilo Asimilador, ya que disfruto analizar lo que observo y estructurar esa información en conceptos teóricos. Mi capacidad para aprender y organizar ideas se refleja en cómo transformo esas reflexiones en marcos sólidos que puedo aplicar al enseñar o acompañar a otros.
En mi proceso de aprendizaje, suelo partir de experiencias concretas, como interacciones humanas o la observación de problemas sociales, para luego reflexionar y extraer significado. Posteriormente, convierto esas ideas en teorías prácticas que aplico en contextos reales, como en la educación o el desarrollo personal de las personas con las que trabajo.
Esta combinación de estilos me permite conectar la creatividad, la reflexión y la acción práctica, lo que considero esencial para vivir mi propósito y contribuir al desarrollo humano.