Aprendí que mi forma de pensar influye directamente en cómo aprendo. Adoptar un mindset de crecimiento me permite entender que la inteligencia se desarrolla, y que con esfuerzo, práctica y apertura al feedback, puedo seguir mejorando siempre. Entendí también que para aprender de verdad, necesito salir de mi zona de confort, atreverme a fallar y ver los errores como parte natural del proceso. Confiar en mí mismo, mantenerme motivado y aprovechar cada oportunidad de aprendizaje que aparece a mi alrededor son claves para avanzar.