Aprender a reconocer nuestro modelo mental actual: Es importante ser conscientes de nuestros pensamientos y creencias actuales sobre nuestras habilidades y capacidades.
Practicar la mentalidad de crecimiento: Esto significa enfocarnos en el proceso de aprendizaje y en la mejora continua en lugar de solo en el resultado final. Debemos enfocarnos en aprender de nuestros errores y fracasos, en lugar de temerlos.
Establecer objetivos desafiantes y realistas: Debemos establecer objetivos que nos desafíen y nos hagan salir de nuestra zona de confort, pero que sean también alcanzables y realistas.
Buscar oportunidades para aprender y crecer: Debemos estar siempre buscando nuevas oportunidades para aprender y desarrollarnos, ya sea a través de cursos, libros, mentorías o cualquier otra actividad que nos permita mejorar.
Rodearnos de personas con mentalidad de crecimiento: Es importante rodearnos de personas que compartan nuestra mentalidad de crecimiento y nos apoyen en nuestro proceso de aprendizaje y mejora continua.
Practicar la autodisciplina: Debemos desarrollar la disciplina y la constancia en nuestras prácticas diarias para poder avanzar en nuestra meta.
Celebrar nuestros logros y aprendizajes: Es importante reconocer nuestros logros y celebrar nuestros aprendizajes, ya que esto nos motivará a seguir adelante y a mantener nuestro modelo mental de crecimiento.