Cuando retome mis estudios me di cuenta que me resultaba mas difícil que a los demás retener cierta cantidad de información, prepararme para un examen, o prestar atención durante al menos 10 minutos seguidos en una clase, lo que dificultaba mi aprendizaje con respecto al resto de mis compañeros. Eso me llevo a tener largas jornadas de estudio en casa o en la biblioteca en las que trataba de poner todo mi enfoque en la actividad que estaba realizando sin ningún resultado satisfactorio.
El estrés causado por mi déficit de atención me estaba afectando hasta en la manera en la que me relacionaba con otras personas, incluso mi pareja, por lo que empece a buscar maneras de apoyar a mi cerebro en nuestro día a día. Actualmente, aún lucho por ser alguien productivo y tengo periodos en el que el tiempo se me va volando sin siquiera saber que hice en todo ese tiempo, pero me va mejor en el trabajo, las relaciones y universidad, gracias a ciertas ayudas o tips que pueden serle útiles a cualquiera.
- Pomodoro: A la hora de estudiar mi cerebro me exige pausas innecesarias, que mejor manera de lidiar con ello que haciéndole entender que solo debe concentrarse por 25 minutos y luego lo dejaré descansar 5, de esa forma completo más rápidamente mis tareas y puedo estudiar durante largos periodos de tiempo.
- Apagar o silenciar mi celular durante el tiempo que necesite concentrarme: pasar de un enfoque a un superenfoque es extremadamente difícil y es muy fácil perder el tiempo cuando suena una notificación en tu teléfono mientras te encuentras trabajando, una mirada de 3 segundos se puede convertir fácilmente en 5 o 10 minutos revisando redes sociales o consumiendo multimedia si no te autocontrolas.
- Bullet Journal: ¿Qué mejor forma de darle descanso a mi cerebro que con un segundo cerebro? Llevar todo escrito en una libreta en un inicio puede parecer tedioso, pero luego de que encuentras un sistema se vuelve una costumbre bastante agradable el llevar de manera ordenada todo aquello que antes te costaba recordar, organizar tareas y dividirlas en subtareas, anotar fechas, eventos, llevar un control de gastos, un control de hábitos, un control de entrenamiento o apuntar todo aquello que estas aprendiendo, termina siendo agradable soltar la tecnología un momento y escribir en silencio en una libreta durante unos cuantos minutos al día. Muy recomendado.