Primero, investigué los estilos de aprendizaje y noté que me adapto mejor al estilo visual, ya que retengo mejor la información cuando uso gráficos, mapas mentales y videos explicativos. Mi estrategia actual incluye resúmenes escritos y algo de repetición, pero noto que me cuesta mantener la atención cuando solo leo textos largos.
Con esa base, consulté a ChatGPT sobre cómo crear una rutina de estudios eficaz para mi estilo visual. Me recomendó combinar mapas mentales con sesiones cortas de estudio (técnica Pomodoro) y espacios libres de distracciones. También sugirió alternar entre materias para evitar el cansancio mental y usar técnicas de autoevaluación periódicas.
Entonces, diseñé un plan para las próximas semanas con metas específicas: estudiar 1 hora diaria de lunes a viernes, alternando materias, dedicando 15 minutos al final para autoevaluación o repaso, y usar mapas mentales para cada tema nuevo. Además, reservaré fines de semana para repasar y avanzar en proyectos prácticos.
Implementaré esta rutina y, semana a semana, evaluaré qué funciona y qué debo ajustar, para optimizar mi productividad combinando las sugerencias con mi experiencia personal.