Para construir mi mentalidad de crecimiento, primero, me repito a mí mismo: "Voy a hacer que salga bien". Cuando enfrento algo difícil, me enfoco en la idea de que puedo superarlo y aprender de la experiencia.
Además, trato de estar atento a las oportunidades para aprender en cualquier lugar. Si alguien comparte algo nuevo, en lugar de descartarlo, lo escucho y busco aprender algo. Esto me ayuda a mantener mi mente abierta y receptiva a nuevas ideas y conocimientos en mi vida diaria. En resumen, estos pequeños cambios en mi forma de pensar están fortaleciendo mi mindset de crecimiento día a día.