Un hábito clave para antes de dormir es apagar todas las luces y dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de ir a la cama. Esto puede ayudar a reducir la estimulación y la exposición a la luz brillante, lo que puede interferir con la producción de melatonina y hacer que sea más difícil conciliar el sueño. En lugar de usar dispositivos electrónicos, puedes leer un libro, escuchar música suave, tomar un baño caliente o practicar técnicas de relajación para ayudar a relajarte y prepararte para dormir.