Para aprender de verdad, necesito comprender el "por qué" y el "cómo" de lo que estoy aprendiendo. Me gusta que me expliquen las cosas de forma clara, para tener una base sólida de conceptos. Sin embargo, solo cuando realmente pongo en práctica lo aprendido es cuando siento que lo internalizo de manera efectiva. Para mí, el aprendizaje no se queda solo en la teoría; necesito experimentar y hacer las cosas para entender cómo funcionan en la vida real.
Una vez que tengo una idea clara y he probado lo que he aprendido, siempre busco maneras de mejorar el proceso. Me interesa encontrar formas más eficientes de hacer las cosas o incluso innovar en la manera de abordar un problema. Si algo se puede hacer mejor, entonces quiero saber cómo lograrlo. Este enfoque me ayuda a aprender de manera profunda y constante, ya que, además de comprender, siempre busco optimizar y perfeccionar lo que hago.