Todos hemos conocido, de manera directa o indirecta los varios métodos retrógradas que empleadores utilizan para "motivar" a los empleados:
El palo en la zanahoria: "Corre empleado, esfuérzate, quizá un día de éstos, si te esfuerzas mucho (y me haces ganar más dinero) te toque un pedacito más grande del pastel"
Mesa para niños: "Opinen jóvenes, aporten ideas, ustedes son el futuro." guiño, guiño
Métodos que solo generan una discordia, al menos a mediano o largo plazo, ya que todos notamos la poca confianza o la resistencia a permitir o delegar poder de decisión.
Hay que permitir la gente encuentre su voz, su propósito, y así su confianza aumentará, la motivación la seguirá y el éxito será una posibilidad aún mayor.